Cicatrices del Ebro
Hace unos siete años inicié unas salidas para conocer más de cerca y en profundidad los espacios que estuvieron protagonistas en la Batalla del Ebro, sobre todo para adquirir conocimientos y para saber a ciencia cierta de lo que hablo y habla en las visitas y experiencias guiadas ‘El Silencio del Ebro’.
De principio era una especie de llenar tiempo libre, bastante atractiva personalmente, que pronto me animó y que, después de dos años, decidí convertir esta experiencia en un trabajo de campo y proyecto.
En verdad disfruto de unas salidas solitarias en las que sólo me acompañan el aparato GPS, la cámara de fotografías, papel y lápices, los prismáticos y la mochila con el agua para recorrer campos y bosques que parecen olvidados de los tiempos.
Son partidas en las que, sólo a veces, interpelo con algún labrador que encuentro labrando, esporgant, cosechando aceitunas o comiendo algo (una clotxa) a la sombra de una higuera perdida. En las poblaciones sí que canjeo impresiones con vecinos a la vez que después aprovecho para probar ningún bocadillo del sitio o su cocina casera.
Es de remarcar la siempre buena acogida de sus gentes gozando de unos relatos sorprendentes, desconocidos y emocionantes… he visto llorar a gente recordando tiempos de antes, duros y de vergüenza.
Aprovechando esta pestaña de ‘Crónicas, tiempo y espacios’ quiero compartir reflexiones periódicamente a la hora de presentar hallazgos y una recopilación fotográfica del trabajo de campo como localización de los espacios en la Batalla del Ebro.